Ni el seguidor más acérrimo de Ricky Rubio le hubiese podido augurar un debut en la NBA tan magnífico como el que está protagonizando. Sólo tardó 10 partidos en hacerse con la titularidad de los Wolves, que con él presentan su mejor balance en cinco años, y su capacidad para repartir juego, su mejor virtud, le sitúa ya entre los mejores novatos de la historia en esa faceta.
Es el cuarto mejor pasador de la Liga en este inicio de campeonato, con 8,8 asistencias por partido, superado sólo por Steve Nash (10), Rajon Rondo (9, y Chris Paul (9,1). Pero la impronta que está dejando el base español a la hora de repartir juego va aún más allá. En estos momentos, ese promedio de asistencias le sitúa como el cuarto mejor rookie de la historia de la NBA en esa estadística.
Sólo Marc Jackson (Knicks, 88-89), con 10,6 pases, el legendario Oscar Robertson (Cincinnati, 60-61), con 9,7, y Damon Stoudamire (Raptors, 95-96), con 9,3, promediaron más asistencias en su temporada de debutantes que las que lleva Ricky. O lo que es lo mismo, hacía 16 años que un novato no acreditaba tantas asistencias como el catalán.
Superando a los mitos
La extraordinaria visión de juego de Ricky Rubio, que rentabiliza como nadie a la hora de buscar al compañero mejor colocado para que anote en situación ventajosa, le sitúa por delante de la mayoría de los míticos bases de la historia del baloncesto, que no dieron tantos pases como rookies. Ni siquiera algunos de los pasadores más legendarios de la NBA, como Magic Johnson (7,3), John Stockton (5,1), Isiah Thomas (7,, Steve Nash (2,1), Jason Kidd (7,7), Chris Paul (7,, Derrick Rose (6,3), Bob Cousy (4,9), o Pete Maravich (4,4) -con el que muchos comparan a Ricky por imagen y creatividad-promediaron más pases que el catalán en el año de su estreno. Palabras mayores que sitúan al catalán en la órbita de los elegidos.
Pero la impronta que está dejando Ricky, en general en la NBA y en particular en el juego de los Wolves, no se limita sólo a su fuente inagotable de asistencias. Tampoco renuncia a mirar el aro. Promedia 10,9 puntos y es el cuarto máximo encestador de los Wolves, sólo por detrás de Kevin Love (25), Michael Beasley (13,7) y Luke Ridnour (11,7).
Pocos jugadores, en activo o retirados, pueden presumir de haber tenido un estreno tan magnífico en la NBA como el que está protagonizando Ricky Rubio. Son muchos los ilustres que como novatos no alcanzaron las 8,8 asistencias y 2,4 robos de balón que promedia el catalán. Entre ellos, bases legendarios ya retirados como Magic Johnson (7,3 y 2,4), Isiah Thomas /7,8 y 2,1), John Stockton (5,1 y 1,3), Pete Maravich (4,4 y 1,3) o Tim Hardaway (8,7 y 2,1).
Tampoco ningún base de los que se encuentran en activo en la actualidad acreditó más asistencias y robos que Ricky en su año de rookie, algunos tan reputados como Chris Paul (7,8 y 2,2), Jason Kidd (7,7 y 1,9), Derrick Rose (6,3 y 0, o Mike Bibby (6,5 y 1,6), se movieron por debajo de esos guarismos en su debut.
Otros bases de la actualidad, tan prestigiosos como los anteriores, no sólo no promediaron más asistencias y robos que el catalán, sino que tampoco le superaron en la faceta anotadora en su primera temporada con los profesionales. Fue el caso, por citar algunos, de Tony Parker (9,2, 4,3 y 1,2), Rajon Rondo (6,4, 3,8 y 1,6) o Steve Nash (3,3, 2,1 y 0,3). El veterano base de los Suns tardó cinco temporadas en alcanzar unos guarismos similares a los del base español. Cuatro le costó al genial John Stockton.
Si Ricky mantiene su rendimiento durante esta temporada tan comprimida y cargada de partidos -ojo al rookie wall o muro de cansancio que suele afectar a los novatos en su primera temporada-, tendrá opciones ser elegido novato del año. El principal favorito, a día de hoy, sigue siendo Kyrie Irving, número 1 del último draft, que promedia 18 puntos y 5,1 asistencias con los Cavaliers.
Pau Gasol fue el único jugador sin nacionalidad estadounidense que ha logrado ese galardón.
Es el cuarto mejor pasador de la Liga en este inicio de campeonato, con 8,8 asistencias por partido, superado sólo por Steve Nash (10), Rajon Rondo (9, y Chris Paul (9,1). Pero la impronta que está dejando el base español a la hora de repartir juego va aún más allá. En estos momentos, ese promedio de asistencias le sitúa como el cuarto mejor rookie de la historia de la NBA en esa estadística.
Sólo Marc Jackson (Knicks, 88-89), con 10,6 pases, el legendario Oscar Robertson (Cincinnati, 60-61), con 9,7, y Damon Stoudamire (Raptors, 95-96), con 9,3, promediaron más asistencias en su temporada de debutantes que las que lleva Ricky. O lo que es lo mismo, hacía 16 años que un novato no acreditaba tantas asistencias como el catalán.
Superando a los mitos
La extraordinaria visión de juego de Ricky Rubio, que rentabiliza como nadie a la hora de buscar al compañero mejor colocado para que anote en situación ventajosa, le sitúa por delante de la mayoría de los míticos bases de la historia del baloncesto, que no dieron tantos pases como rookies. Ni siquiera algunos de los pasadores más legendarios de la NBA, como Magic Johnson (7,3), John Stockton (5,1), Isiah Thomas (7,, Steve Nash (2,1), Jason Kidd (7,7), Chris Paul (7,, Derrick Rose (6,3), Bob Cousy (4,9), o Pete Maravich (4,4) -con el que muchos comparan a Ricky por imagen y creatividad-promediaron más pases que el catalán en el año de su estreno. Palabras mayores que sitúan al catalán en la órbita de los elegidos.
Pero la impronta que está dejando Ricky, en general en la NBA y en particular en el juego de los Wolves, no se limita sólo a su fuente inagotable de asistencias. Tampoco renuncia a mirar el aro. Promedia 10,9 puntos y es el cuarto máximo encestador de los Wolves, sólo por detrás de Kevin Love (25), Michael Beasley (13,7) y Luke Ridnour (11,7).
Pocos jugadores, en activo o retirados, pueden presumir de haber tenido un estreno tan magnífico en la NBA como el que está protagonizando Ricky Rubio. Son muchos los ilustres que como novatos no alcanzaron las 8,8 asistencias y 2,4 robos de balón que promedia el catalán. Entre ellos, bases legendarios ya retirados como Magic Johnson (7,3 y 2,4), Isiah Thomas /7,8 y 2,1), John Stockton (5,1 y 1,3), Pete Maravich (4,4 y 1,3) o Tim Hardaway (8,7 y 2,1).
Tampoco ningún base de los que se encuentran en activo en la actualidad acreditó más asistencias y robos que Ricky en su año de rookie, algunos tan reputados como Chris Paul (7,8 y 2,2), Jason Kidd (7,7 y 1,9), Derrick Rose (6,3 y 0, o Mike Bibby (6,5 y 1,6), se movieron por debajo de esos guarismos en su debut.
Otros bases de la actualidad, tan prestigiosos como los anteriores, no sólo no promediaron más asistencias y robos que el catalán, sino que tampoco le superaron en la faceta anotadora en su primera temporada con los profesionales. Fue el caso, por citar algunos, de Tony Parker (9,2, 4,3 y 1,2), Rajon Rondo (6,4, 3,8 y 1,6) o Steve Nash (3,3, 2,1 y 0,3). El veterano base de los Suns tardó cinco temporadas en alcanzar unos guarismos similares a los del base español. Cuatro le costó al genial John Stockton.
Si Ricky mantiene su rendimiento durante esta temporada tan comprimida y cargada de partidos -ojo al rookie wall o muro de cansancio que suele afectar a los novatos en su primera temporada-, tendrá opciones ser elegido novato del año. El principal favorito, a día de hoy, sigue siendo Kyrie Irving, número 1 del último draft, que promedia 18 puntos y 5,1 asistencias con los Cavaliers.
Pau Gasol fue el único jugador sin nacionalidad estadounidense que ha logrado ese galardón.